Inseguridad Alimentaria
1 de cada 2 niñas y niños vive en hogares que tienen algún grado de inseguridad alimentaria
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1 de cada 2 niñas y niños vive en hogares que tienen algún grado de inseguridad alimentaria •
La inseguridad alimentaria se refiere a la "disponibilidad limitada o incierta de alimentos nutricionalmente adecuados y seguros"[1]. Este indicador tiene un impacto significativo en la vida de niñas y niños, y se asocia negativamente con diversos indicadores de bienestar. Nutricionalmente, la inseguridad alimentaria se relaciona con peor salud, dietas de menor calidad y un mayor consumo de alimentos altos en energía, grasas y azúcar[2]. Además, se vincula con problemas de conducta, bajo rendimiento escolar, mayor ausentismo y retrasos en el desarrollo del lenguaje.
Este indicador se basa en la Escala de Experiencia de Inseguridad Alimentaria (FIES), propuesta por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura[3] y aplicada en Chile por Casen desde 2017. La FIES mide el acceso a la seguridad alimentaria y captura la gravedad de la situación alimentaria en los hogares. La inseguridad alimentaria leve se manifiesta como preocupación por disponer de alimentos suficientes. La inseguridad alimentaria moderada afecta la calidad o cantidad de los alimentos en función de prolongar su duración. La inseguridad alimentaria severa se presenta cuando se reduce el consumo de alimentos en el hogar por falta de dinero.
Sobre los datos
La encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen), encargada de medir la pobreza en Chile, mide cinco dimensiones que permiten analizar la presencia de carencias no necesariamente económicas en los hogares. Esta encuesta se aplica cada dos o tres años en una muestra representativa de hogares a nivel nacional y regional.
Desde el 2017, se aplica la Escala de Experiencia de Inseguridad Alimentaria (FIES, por sus siglas en inglés), propuesta por la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
La FIES considera que un hogar experimenta inseguridad alimentaria leve cuando hay preocupación por disponer de alimentos suficientes. La inseguridad moderada implica que se comprometa la calidad o cantidad de los alimentos para aumentar la duración de estos e inseguridad severa se experimenta cuando habría una disminución del consumo de alimentos en el hogar por falta de dinero. Se opta por medir inseguridad moderada y severa de manera conjunta por la alta fluctuación que pueden tener los hogares en los últimos 12 meses.
La FIES se mide a través de encuestas nacionales a nivel de hogar, lo que, por un lado, establece una medición imputable a todos los miembros del hogar, en tanto que la experiencia de quedarse sin alimentos en el hogar afecta a todos, pero, por otro lado, monitorear la inseguridad alimentaria a nivel de hogar, y no directamente con encuestas aplicadas a NNA, puede producir que se subestime la medición en el caso de la niñez, pues no captura la experiencia completa de niñas y niños.
Referencias
[1] Fram, M.S., Bernal, J. and Frongillo E.A. (2015). The Measurement of Food Insecurity among Children: Review of literature and concept note, Innocenti Working Paper No.2015-08, UNICEF Office of Research, Florence.
[2] Fram, M. S., Ritchie, L. D., Rosen, N., & Frongillo, E. A. (2015). Child Experience of Food Insecurity Is Associated with Child Diet and Physical Activity. The Journal of Nutrition, 145(3), 499–504. doi:10.3945/jn.114.194365
[3] FAO. (2016). Métodos para la estimación de índices comparables de prevalencia de la inseguridad alimentaria experimentada por adultos en todo el mundo, FAO.
FAO (2015). Modeling Food Insecurity in Bivariate and Regression Analyses, FAO.