En las últimas dos décadas Niñas y niños víctimas de delitos: ¿qué nos dicen el registro de casos policiales?

 
 

La Convención sobre los Derechos del Niño establece la protección de las niñas, niños y adolescentes contra toda forma de violencia como un derecho fundamental. Esta protección debería ser un pilar fundamental en todas las sociedades, considerando el impacto significativo que la violencia tiene en el bienestar inmediato y el desarrollo futuro de niñas y niños.

La acumulación de evidencia científica ha establecido vínculos claros entre las experiencias adversas en la infancia, como la violencia doméstica, el abuso sexual y la violencia ambiental, y efectos en el desarrollo cerebral, así como en los sistemas inmunológico y endocrino. Además, se ha demostrado que las niñas y niños expuestos a más eventos adversos tienen una mayor probabilidad de adoptar comportamientos perjudiciales para la salud en la adultez, incluyendo el consumo de tabaco y alcohol o manifestar conductas antisociales[1]. La violencia y los sucesos adversos ponen a los niños en una trayectoria difícil, limitando sus oportunidades de desarrollo.

Basándonos en estos conocimientos, es crucial analizar las tendencias que muestran los indicadores sobre la violencia infantil. Por esta razón, este artículo examina los datos oficiales proporcionados por la Subsecretaría de Prevención del Delito (mediante el Centro de Estudios y Análisis del Delito), ofreciendo una visión de la evolución en los últimos 17 años en Chile.

Los datos presentados corresponden a tasas de niñas y niños víctimas de delitos violentos[2], delitos sexuales[3] y delitos de violencia intrafamiliar[4], según los registros de casos policiales. Casos que dan cuenta de los delitos conocidos por las policías, sobre la base de información oficial reportada por Carabineros y la Policía de Investigaciones. La información que llega a las policías se construye a partir del registro de detenciones flagrantes y denuncias formales. Estos datos, por tanto, no dan cuenta de todas las niñas y niños que son víctimas de los distintos delitos, sino que solo de aquellos que han sido reportados oficialmente.

Delitos violentos

Durante los últimos 17 años, el análisis de la violencia contra niños y adolescentes en Chile muestra tendencias preocupantes y algunas fluctuaciones significativas. En 2011, se registró la tasa más alta de niños víctimas de delitos violentos, con 8 por cada 1.000 niños a nivel nacional. Estos delitos incluyen amenazas, lesiones, robos y homicidios. Sin embargo, después de 2011, se observó una disminución notable en estos incidentes, que se mantuvo hasta 2018, cuando las tasas subieron a 4 por cada 1.000 niños.

Durante los años de la pandemia de COVID-19, las cifras volvieron a disminuir significativamente, lo que podría atribuirse a la menor exposición de los niños al espacio público y a una reducción general en las denuncias. No obstante, en comparación al período posterior a la pandemia, se ha registrado un incremento en la incidencia de delitos violentos contra niños, superando incluso los niveles previos a la pandemia, con una tasa de 4,9 por cada 1.000.

¿Quiénes son los más afectados? Los datos reflejan que los adolescentes mayores de 14 años, con una tasa alarmante de 16,7 delitos por cada 1.000 adolescentes. Además, a lo largo del tiempo, la brecha de género en las denuncias de delitos ha disminuido considerablemente. Aunque históricamente se reportaban más casos de niños varones como víctimas, hoy en día las cifras muestran una distribución casi equitativa entre géneros.

Delitos de violencia intrafamiliar

El 2023 las policías registraron que 1,4 de cada 1.000 niñas y niños habían sido víctimas de violencia intrafamiliar. Al mirar la tendencia histórica se observan dos peak: el primero ocurrió en 2011, con una tasa de 2,5 por cada 1.000 niños y niñas. Después de este año, se registró una disminución constante hasta 2017, año en el cual las cifras comenzaron a aumentar nuevamente, manteniéndose elevadas hasta 2019.

Con la llegada de la pandemia en 2020, se produjo una caída abrupta en las cifras, atribuida en parte al cierre de las escuelas. Estos establecimientos educativos son un canal crucial para la detección y denuncia de casos de violencia intrafamiliar, lo que explica la disminución de los registros durante ese período. En 2021, con la reapertura parcial de las actividades post pandemia, se observó un incremento en las denuncias, aunque las cifras continuaron siendo inferiores a las registradas antes de la pandemia.

En términos generales, la violencia intrafamiliar muestra una tasa de incidencia mayor en niñas que en niños y es más alta entre los mayores de 14 años.

Homicidios

El Centro de Estudios y Análisis del Delito (CEAD) reporta el número de niñas y niños registrados como víctimas de homicidio. A diferencia de los datos anteriores, estos se presentan cada 100.000 habitantes.

Según datos del CEAD, la tasa de homicidios en niñas y niños en Chile ha mostrado una tendencia general al alza desde 2011, especialmente entre hombres y jóvenes mayores de 14 años. Sin embargo, en 2023 se observó una disminución en la tasa de homicidios en todos los subgrupos analizados, registrándose un índice de 0,81 homicidios por cada 100.000 niñas y niños.

Comparativamente, la tasa en Chile es baja en el contexto internacional; con una media global de 3 homicidios por cada 100.000 niños y mucho más alta en América Latina y el Caribe, donde alcanza los 12,6 por cada 100.000.

¿Qué se puede concluir de estos datos?

Las tendencias observadas deben ser analizadas con precaución. En primer lugar, porque los datos de las policías no se corresponden necesariamente con el número real de víctimas de estos delitos. Se habla de “cifra negra” para referir a todos los delitos no denunciados. Para hacerse una idea, en Chile se estima que 3 de cada 4 delitos de alta connotación social no son denunciados[1]; en el caso de la violencia intrafamiliar, la cifra negra se encuentra alrededor de un 70% a 80%[2].

Teniendo en consideración estas limitaciones, los datos nos permiten concluir:

  • Delitos violentos contra niñas y niños: Se observa una tendencia a la baja desde 2011 a la fecha. No obstante, en los últimos dos años (2022-2023) se ha observado un aumento en la tasa de niñas y niños víctimas de estos delitos, tendencia que es necesaria seguir monitoreando. Por otro lado, resulta preocupante que la tasa de niñas víctimas de estos delitos con el tiempo ha igualado a la de niños, que históricamente era siempre más alta.

  • Violencia intrafamiliar: Aunque también se observa una tendencia descendente desde 2011 en los delitos de violencia intrafamiliar, ha habido un ligero aumento en los menores de 14 años desde 2020.

  •  Delitos sexuales: Hay una tendencia creciente, especialmente notable entre las niñas y en los mayores de 14 años. Este aumento puede estar influenciado por una mayor conciencia social sobre la gravedad de los abusos sexuales y una mayor disposición para reportar estos delitos.

  • Homicidios de niñas y niños: Aunque la tasa de homicidios ha mostrado un incremento desde 2011, se registró una disminución en 2022 y 2023. A pesar de esta reciente bajada, las tasas de homicidio siguen siendo más altas en hombres y mayores de 14 años. Sin embargo, comparativamente, Chile mantiene tasas de homicidio infantil significativamente más bajas que las globales y las de América Latina y el Caribe.

Estas conclusiones resaltan la importancia de seguir desarrollando y aplicando políticas efectivas de protección infantil, mejorar los sistemas de reporte y seguimiento de delitos, y promover una cultura de conciencia y denuncia que pueda ayudar a reducir la incidencia de estos delitos graves.


Referencias

[1] Mary Boullier y Mitch Blair, «Adverse childhood experiences», Paediatrics and Child Health 28, n.o 3 (1 de marzo de 2018): 132-37, https://doi.org/10.1016/j.paed.2017.12.008.

[2] Se incluyen niños y niñas reportados como víctimas de delitos de amenazas, Lesiones leves, Lesiones menos graves, graves o gravísimas, Otros robos con fuerza, Robo con violencia o intimidación, Robo de objetos de o desde vehículo, Riña pública, Robo de vehículo motorizado, Robo en lugar habitado, Robo en lugar no habitado, Robo frustrado, Robo por sorpresa y  Homicidios.

[3] Se incluyen niños y niñas reportados como víctimas de violaciones, abusos sexuales y otros delitos sexuales.

[4] se incluyen niños y niñas reportados como víctimas de violencia intrafamiliar a adulto mayor, violencia intrafamiliar a hombre, violencia intrafamiliar a mujer,violencia intrafamiliar a niño, violencia intrafamiliar no clasificado. 


[1] Según la última ENUSC (2022), sólo un 35,5% de las víctimas de delitos de alta connotación social denunciaron el ultimo delito del cual fueron víctimas.

[2] De acuerdo con la última ENVIF (2020), sólo un 19% de las víctimas de violencia intrafamiliar psicológica, un 29% de víctimas de VIF física y un 16% de VIF sexual habían denunciado el último episodio de violencia experimentado.

 
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Según la Encuesta Nacional de Polivictimización: Violencia e inseguridad: lo que reportan niñas, niños y adolescentes