Empleo inseguro
1 de cada 3 niñas y niños vive en hogares en que no hay adultos con un empleo seguro
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1 de cada 3 niñas y niños vive en hogares en que no hay adultos con un empleo seguro •
Niñas y niños que viven en hogares cuyos cuidadores no tienen empleos seguros son especialmente vulnerables a vivir en situación de pobreza, experimentar inestabilidad económica y, por ende, menor bienestar material. Además, existen impactos indirectos en el bienestar infantil por la falta de seguridad laboral: la falta de un empleo seguro suele generar un mayor estrés familiar, lo que puede aumentar la tensión en las relaciones dentro del hogar. Asimismo, los empleos inseguros a menudo están vinculados a jornadas laborales incompatibles con las necesidades de crianza, lo que impide que los padres ofrezcan la atención y los cuidados necesarios en todas las etapas del desarrollo de sus hijos. Se ha documentado que una proporción significativa de niñas y niños que vive en estos hogares perciben que tienen menos oportunidades en comparación con sus pares que residen en familias con empleos más estables[1][2][3].
Para medir la inestabilidad laboral de los hogares, se estimó la proporción de niñas y niños que vive en hogares con empleo inseguro. Se define como empleo inseguro aquel que es informal y temporal o de una duración determinada. Es decir, se excluye del indicador a los trabajadores formales y a quienes tienen trabajos permanentes. El indicador se construyó a partir de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional del Ministerio de Desarrollo Social y Familia y se replicó para los años 2011, 2013, 2015, 2017 y 2022.
Sobre los datos
La encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen), encargada de medir la pobreza en Chile, mide cinco dimensiones que permiten analizar la presencia de carencias no necesariamente económicas en los hogares.
El indicador de empleo inseguro se construyó utilizando dos criterios. En primer lugar, corresponde a un trabajo formal, siguiendo la propuesta del Ministerio de Desarrollo Social y Familia[4], esto es, ser un trabajador asalariado o del servicio doméstico que tenga cotizaciones de salud y previsión social, siendo ambas variables necesarias. Los familiares no remunerados son considerados informales y se excluye en la definición a los trabajadores por cuenta propia que están dentro de la ocupación poder ejecutivo, profesionales y técnicos. El segundo criterio, es que tengan un trabajo permanente, excluyendo de esta manera a los trabajos temporales, ocasionales, aquellos que se están desempeñando a prueba y por un plazo o tiempo determinado.
La encuesta se aplica cada dos o tres años en una muestra representativa de hogares a nivel nacional y regional.
Referencias
[1] Alianza Erradicación de la Pobreza Infantil (2021). Nacer y crecer en pobreza y vulnerabilidad. Implicancias y propuestas para Chile.
[2] Conrad-Hiebner, A., & Byram, E. (2020). The temporal impact of economic insecurity on child maltreatment: A systematic review. Trauma, violence, & abuse, 21(1), 157-178.
[3] Kong, N., Phipps, S., & Watson, B. (2021). Parental economic insecurity and child health. Economics & Human Biology, 43, 101068.
[4] Ministerio de Desarrollo Social y de Familia (2023). Evolución de los indicadores laborales antes, durante y después de la pandemia. Disponible en: https://observatorio.ministeriodesarrollosocial.gob.cl/storage/docs/casen/2022/20231012_Resultados_Casen_Trabajo.pdf